En diversas modalidades, tanto en el aula como a distancia, nuevas tecnologías abren un mundo de posibilidades para alumnos y profesores.
El actual escenario de cambio tecnológico que estamos experimentando día a día, nos obliga a buscar nuevas metodologías para potenciar la educación.
Las actuales estrategias empleadas por muchas instituciones educativas, que continúan utilizando metodologías y contenidos tradicionales tales como clases únicamente sincrónicas a través de video llamadas o el uso de plataformas digitales en escenarios estáticos, no son más que una clara muestra de que se requiere configurar cambios en la forma de enseñanza para atender las nuevas necesidades de aprendizaje del siglo XXI.
En este escenario surge la Realidad Aumentada (RA), una tecnología que permite superponer elementos virtuales sobre nuestra visión de la realidad, la cual es aplicable a la educación pues estimula el movimiento, ayuda a definir elementos de escala y proximidad, conecta el aprendizaje con el mundo real de acuerdo al contexto y permite fomentar la interactividad (Ver infografía)
La RA hoy ofrece grandes posibilidades para vivencias de enseñanza y aprendizaje, promoviendo un paradigma transformador de la educación soportados en dispositivos como iPads. Gracias a ella, se introducen elementos digitales en espacios físicos y se desarrollan en tiempo real experiencias que permiten que convivan objetos tangibles e intangibles, con gran versatilidad.
Al usar la RA en cualquier escenario, abundan las oportunidades. Una mesa se convierte en un mapa a relieve de una región geográfica para un curso de ciencias naturales; al lado de la carpeta, se presencia el aterrizaje del hombre en la luna en una sesión de historia; y una ventana es usada para medir ángulos y obtener su área, aplicando geometría.
Un nuevo cambio para las clases de hoy
Presencial o remotamente, modificar el entorno de enseñanza, hace más disfrutables las lecciones de cualquier asignatura. Al ver e interactuar con elementos añadidos para cada necesidad, las clases se enriquecen de una manera insospechada, despertando la curiosidad de los alumnos. Fomentando su creatividad, se promueven experiencias memorables que facilitan un aprendizaje de calidad.
El movimiento que se estimula usando la RA, permite interactuar virtualmente, brindando a las sesiones fluidez y posibilidades de exploración en el aula. En vez de imágenes impresas o conceptos abstractos, los objetos 3D cobran vida e incluso pueden ser manipulados a voluntad. Además, la diversidad de elementos en la RA ofrece mayor autonomía a estudiantes, ya que ellos pueden escoger con qué interactuar y de qué manera hacerlo.
En una coyuntura donde se habla de la virtualidad en el día a día y el metaverso, queda en evidencia que la educación ya cuenta con herramientas para introducir la innovación en el día a día de los alumnos, apostando así por una pedagogía que transforme los aprendizajes de jóvenes y niños, y de esa manera, también sus vidas.
Acompañanos a compartir con nuestro Education Specialist Gustavo Ráez más experiencias sobre la RA para la educación:
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